domingo, 27 de mayo de 2012

¿Libro impreso o computadora?




Es completamente comprensible que  debido al entusiasmo que produce la idea de tener un completo sistema de recuperación de información, se pase por alto la flexibilidad, utilidad y economía de una máquina más antigua: el libro impreso.

Los libros de consulta, especialmente en manos de una experimentada biblioteca referencista, pueden proveer información en forma muy eficaz y económica. Si el contenido de la Encyclopedia Britannica estuviera en cintas de computadoras y tuviera que ser utilizado por intermedio de consolas, para hallar la respuesta a una sencilla pregunta como "¿Cuántas esposas tuvo Enrique VIII?" haría falta por lo menos media hora (si la computadora está libre en el momento en que el lector desea la respuesta) y los costos oscilarían entre 60 y 120 dólares. Compárese esto con la comodidad de acudir a un estante y utilizar los volúmenes que están en la biblioteca escolar.

También debe recordarse que tampoco respondería necesariamente a los mejores intereses del estudiante la posibilidad de dominar toda la información que necesita sin realizar ningún esfuerzo. Un elemento fundamental en el proceso de autoeducación en los niveles elemental y secundario es la capacidad para aprender a aprender, proceso que parece enlazarse inevitablemente con el empleo del contenido de los portadores del saber. En otras palabras, se aprende historia si se trabaja con los datos de la historia. Lo importante es "trabajar con". Ni siquiera un erudito en historia podría realizar todas sus investigaciones a partir de la información que pudiese obtener de una computadora, aún cuando la computadora le fuera útil e incluso esencial en ciertos tipos de investigación histórica.


De "La Biblioteca Escolar" por Ralph E. Ellsworth; Biblioteca de la Nueva Educación; Buenos Aires, 1971.

NOTA:  Como puede verse, esta controversia entre las ventajas del libro impreso sobre los formatos electrónicos, o viceversa,  no es nada nuevo y ya estaba presente en el debate de hace cuarenta años. Sin embargo mucha agua ha pasado bajo el puente desde entonces y la tecnología ha dado saltos de gigante y hoy existen dispositivos que almacenan enormes cantidades de información a la que el usuario puede acceder en forma instantánea. Pero no se piense que este debate está superado, porque a pesar del tiempo transcurrido, el libro impreso sigue gozando de buena salud. En lo personal creo que no existe una contradicción real entre ambos formatos y se puede sacar gran provecho de la interacción entre ellos, potenciando el acceso a la información, el aprendizaje y el entretenimiento. 

miércoles, 23 de mayo de 2012

Beethoven y las licencias


A Beethoven se le atribuye la frase: Debería haber un gran almacén de arte en el mundo al que el artista pudiera llevar sus obras y desde el cual el mundo pudiera tomar lo que necesitara.

Solo un adelantado a su tiempo como él, pudo darse cuenta que en la libre circulación de la música estaba el mejor medio para alcanzar el fin del arte en sí mismo: la universalidad.

Es en ese sentido que actualmente trabaja la ong Creative Commons, que busca derribar aquellas barreras legales que se vuelven un obstáculo para la difusión de los diversos textos y documentos pero siempre dentro del marco de un uso responsable de los mismos y respetando las leyes de propiedad intelectual.

Les invito a ver esta breve presentación que he preparado. En la que detalla someramente acerca de la naturaleza y los alcances de la CC así como sus códigos.

Si fue Julio Verne quien “predijo” la era de Internet, Beethoven pensó en  la posibilidad de crear un gran almacén para la música, las artes y ciencias. Y, hoy, gracias a la combinación de ambos conceptos, es posible.

Las increíbles "gafas inteligentes" de Google



Día a día la tecnología nos sorprende con innovaciones y dispositivos electrónicos que parecen de ciencia ficción. En este caso Google (¡cuándo no!) nos presenta unas "gafas inteligentes" o "interactivas" que generan una suerte de "realidad aumentada" para quien las utiliza. Usando dicho dispositivo, se podrá acceder en tiempo real a una serie de datos e informaciones del entorno tal como si estuviésemos frente a un videojuego.

Por ejemplo, si usted necesita llegar a una dirección, las gafas, dotadas de un sistema GPS, le presentan al momento ante sus ojos un práctico mapa interactivo con la ruta más cercana... Si usted necesita viajar en un transporte público, las gafas le avisan de los horarios y precios... Si usted necesita saber los datos meteorológicos, los tiene al momento ante sus ojos... Si acaso usted está a punto de tropezar con una cáscara en la acera, ¡zás!, las gafas le avisan inmediatamente del peligro que corre... Si se dispone a acariciar un perro, las gafas podrán prevenirle acerca de la conveniencia o no de hacerlo según la cara y cantidad de pulgas que posea el sabueso... Y miles de funciones más que usted irá descubriendo poco a poco mientras camina por la ciudad.

En fin como puede verse, estamos ante una nueva tecnología que nos ofrece posibilidades insospechadas. Lo cierto es que la llamada "realidad aumentada" (algo que apenas empezamos a comprender) está comenzando a formar parte de nuestras vidas en forma cada vez más frecuente. No faltan las críticas al poder y control que el Estado o los intereses privados van a tener sobre nuestras pobres almas con estos dispositivos. Por desgracia, esas voces parecen perderse en el bullicio general... En fin, el futuro próximo nos dirá si estas innovaciones son para bien o mal. ¡Y no me vengan con que la ciencia y la tecnología son "neutras" porque no lo son!  

La pléyade del Ateneo


Ateneo de Montevideo

Toda la actividad intlectual de aquella pléyade -antes de que la actividad política la embargara por entero- consta en los "Anales del Ateneo", publicados mensualmente desde 1881 hasta el 86, durante el lustro más brillante de su existencia. Ligada su suerte a la de los acontecimientos cívicos de la época, los Anales cesaron de aparecer al producirse la breve guerra del Quebracho, contra el gobierno militarista y despótico del general Santos, en el cual formaron, como oficiales, casi todos aquellos jóvenes intelectuales del Ateneo.

Después de aquella campaña breve y desgraciada en la que el elemento civilista fue rápidamente vencido por la superioridad militar del gobierno, la situación política se transformó, no obstante, pues el general Santos enfermó, tuvo que abandonar el poder, dando lugar a un cambio de régimen. El gobierno de cuartel había concluido, y en adelante, el elemento civil tomó las riendas del Estado. Muchos de los jóvenes ateneístas, hasta entonces alejados del gobierno, entraron a formar parte de las Cámaras y de los Ministerios. Su actividad propiamente intelectual había concluido también, salvo excepciones; no tuvieron ya tiempo ni gusto para dedicarse al reposado cultivo de las humanidades y las letras; los artículos de polémica, los debates parlamentarios, las tareas ministeriales, absorbiéndolos casi por entero; la cátedra universitaria y el bufete de abogado completaban el empleo de sus energías mentales.

Acaso no eran las letras o las humanidades su vocación imperiosa; al que tiene el verdadero temperamento de filósofo o de escritor muy difícilmente se le aparta, si no es ocasionalmente, de su destino. Pero la intelectualidad y la política han andado siempre muy ligadas y aún confundidas en nuestro país. El intelectual tomó siempre parte activa y constante en las luchas y en los negocios públicos, fue periodista, polemista, guerrillero, asambleísta, ministro; solo dedicó al cultivo de las ciencias o de las letras el tiempo y el ánimo que le restaban, al margen de la actividad política.

El tipo de "hombre de letras" -a la europea- ha sido el más raro de nuestra historia durante el siglo XIX; Acuña de Figueroa antes del 50; Magariños Cervantes y Zorrilla de San Martín hasta el 900. En el siglo actual, aumentó su número: Rodó, Vaz Ferreira, Herrera y Reissig, Sánchez, Reyles, Viana, han sido puramente o ante todo hombres de letras. Algunos, que han producido obras valiosas, en el siglo pasado, como Acevedo Díaz, las realizaron en un largo retiro de la vida política o antes de entrar en ella. En general puede decirse que en la intelectualidad uruguaya,  -y en toda época- predomina el tipo cívico.

Hombres cívicos, fueron pues, ante todo, los hombres del Ateneo, un poco por propio temperamento, un mucho por el imperio de las condiciones sociales. La carrera política era la única positiva para el intelectual uruguayo en aquellos días. Sigue siendo aún, en gran parte. Y no solo en el sentido económico, sino intelectual del mismo. Dedicarse a la filosofía, o a la ciencia pura, o a las letras, era condenarse a un estoico sacrificio de la oscuridad, resignarse a ocupar un lugar secundario en la vida del país, y en la consideración pública; la atención y la admiración de todo el país estaban puestas solo en los debates del Parlamento, en los editoriales de prensa, en la arenga del club o de la plaza, en la gestión oficial del gabinete. Solo se empezaba a ser persona importante cuando se ocupaba una banca parlamentaria o un sillón ministerial; lo demás era estar al margen de la vida.

País eminentemente político, en el Uruguay la literatura y la filosofía han tenido solo categoría de ornatos intelectuales; podían completar y abrillantar una personalidad, pero no constituirla. Compréndese pues, que no siendo imperiosa ni heroica su vocación intelectual, la pléyade del Ateneo derivase fatalmente hacia el campo político. Pero como, -y según lo hemos anotado-, la mayoría de ellos no eran precisamente políticos, en el riguroso sentido positivo del término sino solo brillantes polemistas y tribunos, lo que ellos hicieron, en mayoría, fue literatura política. Figuras tales como Carlos María Ramírez, Melián Lafinur, Sienra Carranza, Juan Carlos Blanco, Domingo Aramburú, fluctuaron siempre, en verdad, entre lo literario, lo jurídico y lo político, pudiéndose decir, también, que fueron, como su antecesor, Juan Carlos Gómez, no solo los románticos, sino también los literatos de nuestra política.

Coleccionando y seleccionando artículos y discurso podría formarse, de los mejor dotados de entre ellos, un apreciable volumen de literatura jurídica y política, parlamentaria y polémica. Notables articulistas, panfletistas y tribunos, han dejado las páginas más vigorosas y brillantes que, en tales materias, posee nuestra literatura.

En verdad, no podría decirse que han sido originales, ni en los conceptos ni en la materia; eran discípulos de los grandes oradores y polemistas franceses -e ingleses alguna vez- que se sucedieron, de fines del siglo XVIII en adelante: los Mirabeau, los Dantón, los Pittt, los Carrel, los Charles Blanc, los Girardin; y casi todas sus páginas patentizan -entre innegables rasgos de ingenio propio- la influencia normativa de estos modelos.

En general, y además de sus escritos y discursos, mantuvieron siempre estos hombres un estrecho contacto con las letras, aún cuando no las cultivaron directamente. Aplicaron su cultura y su gusto literario, no solo en la elegancia de su estilo de polemistas, sino en el aticismo de su conversación, y en la noble línea académica de todas sus actitudes. Tenía, la mayoría de aquellos hombres, el tipo esbelto y el aire solemne que muchos han conservado hasta la senectud; vestían con elegancia personal de dandys dentro de las modas de la época; sus gestos y sus frases eran siempre señoriales y tribunicias; sentados a la mesa familiar o en la tertulia íntima del club, su apostura era tan pulcra y espectable como en los escaños del Parlamento.

Aquel dandysmo doctoral de levita gris y guante lila, culminó su empaque algo pomposo hacia el 90, en la presidencia civilista de Herrera y Obes. A la mesa munificente del mandatario sentábanse en ático banquete, políticos y escritores conspicuos, mezclando el epicúreo gustar de los vinos y manjares -que disponía el experto maitre d´hotel traído de Francia- la conversación de temas filosóficos y literarios. Ciertamente que no todos eran diálogos platónicos en los salones presidenciales; también se ajetreaban allí ásperas realidades de la política criolla, se urdían intrigas palaciegas y desfilaban los compadrones del electoralismo. Mas con su aguda mirada, su porte señorial y su gran jopo al tope, Herrera dominaba a éstos como a aquellos; y probaba ser tan hábil jugador en la estrategia política, -el único político verdadero, quizás, entre todos sus colegas- como mostrábase galano y erudito en la conversación académica.

Alberto Zum Felde


De "Proceso Intelectual del Uruguay" de Alberto Zum Felde (Tomo I: del Coloniaje al Americanismo); Ediciones del Nuevo Mundo, Montevideo, 1967.

miércoles, 16 de mayo de 2012

Acerca de la web de Martín Varsavsky



Martin Varsavsky (Buenos Aires, 1960), es hijo del investigador argentino Carlos Varsavsky, autor del libro "Vida en el Universo". Martín es licenciado en Economía y Filosofía por la Universidad de Nueva York, y posee una Maestría en Relaciones Internacionales y un MBA por la Universidad de Columbia. Preside la Fundación Varsavsky  dedicada a mejorar las condiciones de la educación a nivel mundial.

Desde su sitio web, publicado en español e inglés, se dedica a analizar la realidad política, social, tecnológica y cultural argentina y también se interesa por el Uruguay, país en donde reside durante  parte del año y por el que siente gran admiración. En especial se interesa por los temas vinculados a las telecomunicaciones.

Su sitio web tiene un diseño dinámico y atractivo. Sus opiniones a veces son polémicas y puede decirse que no siempre son "políticamente correctas" lo que las hace muy interesantes.

domingo, 13 de mayo de 2012

Eli Pariser : "Cuidado con los Filtros-Burbuja en línea"




Eli Parisier es un joven activista en favor de una internet más democrárica y en este video diserta acerca de los peligros de los llamados "filtros-burbuja" en la web y ello implica, según sus palabras, que "la internet  no es 'neutral' con cada uno de nosotros, no nos muestra lo mismo a cada uno cuando navegamos en Facebook o cuando buscamos información con Google sobre algo". Es decir que busca llamarnos la atención en cuanto a la necesidad de "una internet más transparente".

Si bien su discurso intenta abrirnos los ojos en cuanto a una realidad muy preocupante, tiene la limitación de ser un planteo que se mantiene en plano exclusivamente "tecnócrata", es decir que busca soluciones dentro  de la lógica del sistema en que vivimos sin cuestionarlo. 

Lo cierto es que la vieja e ingenua idea positivista de una ciencia y una tecnología neutrales hace buen rato que ha quedado sepultada. Es sabido que en la sociedad de la información en que vivimos no existe nada "neutral", sino que todo, y en especial las llamadas TIC, tienen su carga ideológica, a veces muy evidente y a veces muy sutil.

Sin embargo el peligro no solo está representado por lo que el "sistema", el gobierno, el gran capital o la clase dominante quieren imponernos sino en lo que nuestra propia ideología nos impone ya sea consciente o inconscientemente. De lo primero podemos, a veces, defendernos pero de lo segundo no...

Acerca de los algoritmos II


Al-Khwarizmi (c.780-850)

Para reconocer esta imagen me he valido de la herramienta de búsqueda revertida de imágenes que ofrece el buscador de Google. Es decir que dicho buscador es capaz de rastrear e identificar algorítmicamente en el ciberespacio la imagen que le presentamos. De más está decir que se trata de una herramienta utilísima a la hora de identificar una imagen que para nosotros es desconocida o bien para encontrar un tamaño más apropiado, etc.

El término Algoritmo proviene de la expresión algoritm, que no es otra cosa que la traducción latina del nombre de Al-Khwarizmi, matemático árabe del siglo IX. Se denominaba algoritmo en la Europa Medieval al sistema posicional de cálculo, que era conocido entre los eruditos gracias a la traducción al latín, de la obra de Al-Khwarizmi.

martes, 8 de mayo de 2012

Acerca de los algoritmos



Un algoritmo es un procedimiento que permite, a partir de los datos de un problema, obtener la solución del mismo. La imagen que vemos se denomina "diagrama de flujo" y no es otra cosa que una manera de representar gráficamente a un algoritmo.

Los que gobiernan las máquinas



"En una sociedad cada vez más compleja el individuo debe recurrir a la ayuda de especialistas, con frecuencia cada vez mayor..."

"Le educación general debe contener la suficiente información, de modo que una persona pueda saber a quien dirigirse..."

"Debe saber, digamos, acerca de las leyes o Medicina..."

"El hombre debe recibir en su educación general la suficiente información general acerca de las computadoras, de modo que no se encuentre a merced de quienes gobiernan las máquinas..."


U. THANT, Secretario General de la O.N.U. 


Del documento "La aplicación de la tecnología de computadoras para el desarrollo", 1971.

lunes, 7 de mayo de 2012

Acerca de la probidad intelectual




LA PROBIDAD INTELECTUAL

El Instituto de Profesores “Artigas” es un centro de formación de docentes. Como ámbito académico está implicado en los códigos de la ética intelectual, además de estar sometido a las disposiciones legales vigentes de nuestra nación.

Una institución educativa terciaria constituye un ámbito de enseñanza, de aprendizaje, de investigación y se instituye como paradigma de integridad. Por tales motivos, la asunción y promoción de la honestidad intelectual opera como principio de identidad que valora el trabajo, la generación de ideas y la libertad de expresión como manifestaciones de una comunidad académica.

La probidad intelectual ha de concebirse como el conjunto de principios y valores que promueven la integridad de la persona y las prácticas honestas en la enseñanza, en el aprendizaje y en la evaluación. Factores diversos afectan la probidad académica que comprenden desde la presión de grupos en torno a intereses particulares, la copia en los exámenes hasta la apropiación no reconocida e indebida de producciones ajenas. El uso directo o indirecto de la obra o fragmentos de la obra de otra persona debe acreditarse debidamente de un modo apropiado. Si no se cumple con este requisito se da lugar al plagio, es decir, la copia ilegítima.

Debe entenderse que el plagio constituye una falta grave. En la Normativa correspondiente al Sistema Único Integrado de Formación Docente de la Dirección de Formación y Perfeccionamiento Docente, en el Capítulo I, Artículo 2, literal g, relativo a los deberes de los estudiantes se señala: “Respetar lo establecido por las Leyes 9739 y 17.616 en cuanto a los derechos de autor.”

LA PREVENCIÓN DEL PLAGIO

Diversos recursos posibilitan detectar el plagio. Para contribuir a evitarlo, el docente ha de brindar oportunas y adecuadas orientaciones entre las cuales figuran las que se enumeran a continuación.

Brindar una bibliografía apropiada y con la debida identificación (autor, título, editorial, año de edición; páginas web).

Ofrecer orientación a los estudiantes sobre la búsqueda de información en fuentes confiables. En el caso de acceso a Internet es imprescindible asegurar el acceso a sitios de reconocida calidad.

Entregar a los estudiantes pautas para la elaboración de un trabajo indicando los modos de registrar citas, hacer notas al pie y presentación de la bibliografía.

Estipular que las paráfrasis también deben referir el autor original que se ha tomado como fuente.

Identificar el texto transcripto como una cita utilizando comillas u otro formato o tamaño de letra y explicitar el autor, el documento, revista o libro o dirección electrónica de origen.


De un folletín del Instituto de Profesores Artigas, Montevideo, 2010.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Franz Liszt: Consolation No. 3




El pianista Vladimir Horowitz interpreta la pieza intitulada Consolation No. 3 de Franz Liszt (1811-1886). Se trata de una verdadera joya musical del romanticismo.