jueves, 3 de abril de 2014

La Historia, ¿qué es y para qué nos sirve?




Dedicamos nuestra primera clase a hablar de la Historia. Les invito a leer los siguientes párrafos extraídos de un libro de Historia:


¿Por qué estudiamos Historia?

Conocer el pasado de la Humanidad es una tarea apasionante. Les  proponemos hacer juntos un viaje retrocediendo en el tiempo y conocer como vivían los hombres desde sus orígenes hasta nuestros días. Se preguntarán por qué es importante conocer el pasado. Y creemos que la respuesta más adecuada es porque nos permite comprender la época que nos ha tocado vivir y construir un futuro mejor.

¿Qué estudia la Historia?

Podemos decir que la Historia estudia e interpreta la vida del hombre como ser social, -es decir a los grupos humanos- a través del tiempo y en diferentes espacios. Podemos decir también que es conocer lo qué le pasó al hombre en otros tiempos y cómo eso repercutió en los acontecimientos actuales. La Historia estudia todos los aspectos de la vida del hombre. Estudia la forma de gobernarse, de organizarse socialmente, de producir, así como la vida material – la alimentación, el vestido, la vivienda- y la vida espiritual  del hombre –creencias, manifestaciones artísticas, forma de pensar-. La Historia es un proceso dinámico. Siempre se producen cambios, lentos unas veces, rápidos otros.

¿Quiénes son los protagonistas de la Historia?

La Historia no sólo se ocupa de las grandes figuras del pasado y de los hechos políticos, sino también de los hombres y mujeres anónimos que hicieron posible también esos hechos. Por eso decimos que los protagonistas de la Historia son todos los hombres.

¿Por qué la Historia es una ciencia?

La Historia es una ciencia porque los investigadores partiendo de determinadas afirmaciones –hipótesis-, basadas en sus estudios, elaboran teorías intentando explicar e interpretar los hechos y de allí, sacar conclusiones.

Las “Ciencias colaboradoras”

Para reconstruir el pasado del hombre, la Historia necesita de la colaboración de otras ciencias, así como la Historia colabora con ellas, para tener un conocimiento más completo.

La cronología: nos ayuda a utilizar en el tiempo los hechos históricos, condición esencial para poder estudiarlos, relacionarlos y compararlos. Cuanto más se retrocede en el tiempo más difícil es fecharlo y ordenarlos, particularmente cuando se estudian los pueblos que no conocieron la escritura. En este caso es necesario recurrir a los llamados “métodos de datación” (datar=fechar)

La arqueología: estudia la vida material del hombre. El arqueólogo, observando y estudiando la cerámica, las puntas de flecha, las hachas de mano, las tumbas, puede reconstruir total o parcialmente la forma de vida del grupo que produjo esos restos, qué comían, cómo preparaban sus pieles y sus puntas de flechas, cómo honraban a sus muertos, así la manera cómo trabajaban sus útiles.

La antropología: estudia, entre otras cosas, los fósiles humanos, y a través de ellos se puede llegar a conocer el origen y la evolución del hombre.

La paleontología: estudia los fósiles de las plantas y animales prehistóricos.

Otras ciencias colaboradoras son: la geografía, la lingüística, la economía, la psicología.

[M. A. GALIANA y otras. Prehistoria, Primeras Civilizaciones y Grecia. 1er año, C.B.U. Montevideo: Editorial Monteverde.]              

                                   

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